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Mostrando entradas de mayo, 2014

AMOR TIERNO AMOR

Desde que te vi yo me enamoré, en el mundo aquel en el que soñé. Tu eras para mi mi primer amor en el que sentí todo aquel fulgor y desde entonces soy feliz, soy feliz con tu amor.

PREGUNTA. TÚ MISMO.

Se alimentan de su aliento. Seducidos por el ser humano olisquean su distinguido olor que los empuja a la caza. El hombre es llevado a la locura. El miedo, es la esencia perdida. El miedo, es la ausencia que sujeta la austeridad en la tierra. Se espantan por un bocado apetitoso que les urge tomar. En su supervivencia, cotejan la misma nobleza. Pero el hambre, no tiene dueño. Y en un duelo, enseñan los dientes presos y devastados por su gran enemigo. Camaradas, se privan de su mano para levantarse. Se afanan y discuten por su presa. ¿Castigarla? ¿Demolerla? o abstenerse... ...¿Y si quizás la manada, ya está preparada y escondida bajo el manto de sus llantos? Para atacar sin mirar atrás. Para nutrirse de la miseria o morir juntos en la lucha. Y si desnudos y con agallas, consiguen su alimento, la guerra no fue en vano y los presos serán espartanos.  

HASTA QUE SALGA EL SOL

Los tiempos me agotan, el cerebro me va a explotar explorando cómo salir de la misma desidia. Sin rumbo, me hace suspirar el silencio y el cansancio. Me agota cada término de mi cuerpo hasta hacerlo inmortalmente soñador. ¡Y qué decir del antojo de la noche! ¡Que acecha mi tinta y traspasa altos niveles de adrenalina! Y de ilusiones enterradas está volando la imaginación de una servidora. De ojos, que no descansan por miedo a morir, encarcelados  en la pobreza. Envueltos en la miseria de un porvenir escrito con sangre, cuyas cartas desaparecen a la vuelta de la esquina. ¡Ay! ¡Qué crisis con más talante! Y orgullosa están sus padres de ella... ...¡Ay! Que me haces sufrir a mis seres más queridos, y a todos, por los que un chusco de pan pelean... ¿Porqué reñir por tener derecho a llevarse comida a la boca? ¿Cuándo nos dijeron que vivir sería un castigo en el que sufrir es ley de vida? No entiendo el infortunio veni

LICENCIA PARA VIVIR

Las palabras se las llevo el viento, y mi voz se la lleva las palabras y mi lengua se resiente ante la burla que se lleva mi promesa; atada y sofocada al desnudo de un ayer sin sentido. Descubrirme en el tiempo y mostraros los versos que se nutren, que se olvidan y florecen de  aquellas lágrimas perdidas que fueron aliento para algunos, y un un vacío inmenso para pocos. No cesa la llaga en la soledad. Su pertinente olvido se muestra ante el presente pidiendo a gritos que se aleje, creada por el añejo lamento de un recuerdo oportunista. Porque mis palabras, ni un ciclón con ellas podrá. Porque mis versos y escritos allende estarán para ustedes, con respetuoso recelo de compartir y tremenda osadía venidera en ofrenda van, para vuestras vidas, para estos días, de fatigada lucha sin fin.

FELIZ CUMPLEAÑOS

Un poco de teatro no nos viene mal. Espero que lo disfrutéis.          Llegaba de la calle, abrió la puerta, soltó las llaves en la mesita de la entrada y comenzó a buscarla, a llamarla: ¿Cata? ¿Catalina? ¡Cataaaaa!... (Horas antes, en el trabajo, le llegó una carta de ella que decía: “Para que me recuerdes siempre, perdóname). -¡Qué pasa! Andrés, ¡qué es éste escándalo! -¿Cómo que escándalo? ¿Qué hacen todas estas cajas en mitad del salón? (dijo haciéndose el desinteresado). -No lo ves, o es que estás ciego, recoger… -¡Recoger el qué! -dijo mientras se dirigía a la habitación de ambos-. -Recoger mis cosas, está clarísimo,-le decía mientras le seguía-. -¿Cómo? ¿A dónde puñetas vas? -dijo enfadado al ver la maleta encima de la cama-. -No lo sé, pero me voy. -Cata… ¿en que estás pensando? Sin decir nada… no entiendo qué es lo que esta pasando. -¿Acaso no entiendes ni una sola palabra de la carta que te envié? -¿Carta? ¿De qué me hablas ahora? –le decía mientras s

BAJO LA ESCALERA

Allí se encontraron a Marta. Bajo el hueco de la escalera. Inmóvil, sin saber cómo había llegado hasta allí. Se había encogido su corazón. Helada y desconcertada no sabía donde estaba. El dolor que provocaban las cuerdas que ataban sus muñecas, el sudor de sus manos y la penumbra que la envolvía, la despertaron en su propio grito <<¡Auxilio!>> El terror la apresaba y sus dedos apenas los podía sentir. Notaba cómo el mármol se cernía en cada poro de su piel. Apenas intentó levantarse, desistió. No podía. Cuando se movía más de la cuenta se ahogaba. Estaba petrificada, le era imposible casi moverse. Empezó a retorcerse, a intentar desatarse, a intentar pedir ayuda, pero seguía sin conseguirlo. Como si de una serpiente se tratara, se retorció una y otra vez en el suelo hasta quedarse dormida. En quince minutos, se despertó gritando y llorando desconsoladamente. Apenas le salía la voz, apenas ella misma se escuchaba cuando nombraba a alguien para que

ABUELITO, ABUELITA.

Ya ni siquiera el castillo tiene la luz encendida, ¡Apagón! Y con una mirada en mi espejo, suena una comparsa en mi corazón. Que de recuerdos pasan por la Alameda, por esta vida que recuerdo hoy... Ellos tan felices juntos, de la mano no se separaban, nacieron juntos y separados hoy están. Que cruel es esta vida si te da la soledad. Porque soledad impuesta llaman a la verdadera incomprensión. Que dos cruces levantadas a lo lejos las diviso yo. Una vacía que llora, que llora por su amor,y otra.... otra... que ya lloró en aquel salón. Que cruel es mi conciencia cuando no se deja llevar, nada más que por los hilos de un pasado que anhelo. Un pasado que fue de él, de su mano en el puchero, - buenos días mi princesa, ¿qué desayunas primero? Y a la par ella, tan dispuesta y preparando otra regañina, prepara su anzuelo, -ay Alfonso, que ya te veo, que intención más amarga, que hasta la niña la haces levantarse temprano, ¡ay que no me duermes!, ¡ay... lo que te quiero!-.

ARIA EN PRIMAVERA

Aria en Primavera Fueron las paradas, Que esta vida te hizo ver, Sentir, vivir de esta forma; Fue, el vivir tan deprisa, Tan intenso y tan loco de atar fue… Inmenso mundo, rico en soledad, Despiadado por tu huellas Que dejaron atrás en el otro mundo, Mundo donde ya no estás. Aún sigues, tú, Profundo en tu mirar. Que de necesitar, No necesita nada para vivir, Sólo un “bollo de pan” Y buen aceite de la tierra, ¡ Y tan feliz que allá vas! Paseando por el olivar Sin necesidad de mirar atrás. Que fueron de las risas, De las sonrisas a tu despertar, De tu embriagadora fragancia Que a perfume jamás olerá. Que fueron de tus abrazos, Que fueron de tus palabras Perdidas por un mañana Que no amanece sin más. Camina en tu sombra Y a tu sombra volverás, ¡Qué ciencia cierta, E incierta por mi despertar! Despertar que despierto en vela, Vela que desapareció a tus pasos Amando el olvido en un suspiro, A lo lejos… ¿Porqué ol