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Mostrando entradas de septiembre, 2014

SILENCIO

Hoy soy capaz de arañar el tiempo y esculpir en su boca este amor con un verso. Llevarlo sólo cuando te veo, llevarlo conmigo, para que el universo caótico de tu sonrisa, caiga en silencio, en suspiro, en lluvia visceral por mi vientre alocado, por esos labios que me venden a una sola razón; La aguja que marca el reloj se ha roto en los minutos y sólo quedan los segundos, lentos, deliciosos y ruines...                                     ...Silencio.... Quédate conmigo...                                           ....otra noche más...

MI NOMBRE

Se  te olvidó mi nombre. Se te olvidó mi nombre bajo las teclas, bajo los dedos, bajo la dermis, bajo la epidermis, en la sangre, la carne, bajo los huesos. Se te olvidó mi nombre en cada partitura, En tu huella, en tu ternura, En tu gemido, en tu presencia. Te olvidaste de tu nombre, De tu apellido, de tus alas; Ancladas, desencantadas, recluidas, Cavadas como si ya estuvieras muerto. Se te olvidó volar, sin tocar tu pieza favorita. Se te olvidó el anochecer, El encanto se te olvidó al ducharte, en la toalla, pisada por alguien. Se te olvidó el camino, la acera, el acerado, Las piedras que hay debajo, El manto de versos que vas pisando. Se te olvido mi nombre oculto en tu silla, en el silencio, en mis lágrimas, en la realidad, en tus palabras. Se te olvidó tu nombre, se te olvidó mi nombre; Amantes, bohemios, desamparados, veraces. Y entre mis tripas y tus dedos Encuentro tras encuentro, Se te olvidó mi nombre conmigo; La s

UN BESO EN EL AIRE...

Percibí enhebrarse las sílabas, los versos hilvanarse con una pieza de cebada, y un quinto piso por abrir. Me suicidé consumando los pasos al pasar por el llanto. Velé por ese velo pintado, violento y sumiso. Miré por los ribetes de sus ojos, Encrespados, encriptados y vidriosos. Me oculté escaleras arriba, Y por doquier,  rodaron, Dejando ocultos los besos En las aceras de sus zapatos. Testigo del suspiro que los unió fui, Sólo una vez les vi subir; En un tropiezo,  callaron sus labios, Rodaron por los peldaños Que el viento dejó ocultos, Y en aquella escalera, Con un beso en el aire, Se bebieron las nubes Los recuerdos y la noche, Con aquel beso en el aire. Derechos reservados de la autora: Patricia López Castillo.

CORAZÓN DE HUEVOS ROTOS

Si me olvido de escribir, De que mis palabras son para ti,                                                (Y me obligo a comerme Un huevo crudo, con atún) Si me olvido de echar aceite a la sartén, Cuando ya el fuego la calienta.      (Agua que se mezcló con aceite, Cuando el fuego aún no estaba caliente) Si me olvido de remover los huevos, De no echarle sal, ¡que insípida vida!                                                (Si me olvido de ti, no es porque yo quiera, Sino porque tú te olvidaste de mí) Y esa tapadera, que me cubre de salpicaduras, Que si al descubierto queda, ¡saltan!      (Me queman, y me ensucia la vitrocerámica) Y esas manchas que quedan, Que por más que uno limpie, siguen siendo manchas.                                              (Manchas, manchas, manchas, Imborrables manchas…) Y esa paleta de madera, arrugada por el tiempo, Por las miles de comidas que ya ha hecho.      (D

TU SANGRE, MI VOZ.

¿Morirá mi voz sofocada? Mis ojos en un abismo Caerán sobre ti mismo. ¿Provocaré mi voz en tu silencio? Mis manos trazarán Un poema reclutado y mísero. Y entre noticias y bombardeos, Leyes secas y tiroteos, escucharemos juntos Ese verso, que un día conoció; Guerras y hambre, Muerte por Paz, Envidia y soledad en guerra por la mar, avistando una tierra ensangrentada. Un dolor que resucitó un ancla dormida y una bandera, nación, y un barco vencido, poeta, Que jamás quizás, nadie venció.

NATIVIDAD

Esencia de un cuento. Nombre ardiente, nacimiento, libertad donde posan tus alas, frescura que lleva el viento. Abriste tu ventana, a los ojos que hoy te aman, la amistad que nos une, tu sonrisa, tu mejor gala. Azabache tus cabellos, fuego son tus labios, por tus venas, la verdad de un coraz ó n sin maldad. Amanece con tu alegr í a, Sorbo a sorbo, tu jerarqu í a, Protectora de lo que crece, Tu mano tiendes, amiga m í a. La noche toma tu risa, Contigo siempre compartir í a, Ese silencio que escribo Abordando valent í a. Cantando por lo bajito Volver a casa ser í a Un recuerdo, chiquilla, Un recuerdo infinito. M á s all á me los invento, Ojos profundos, viento, Descubrimos este mundo Juntas en cada momento. Y aunque enemiga la distancia F í sica nos hace hermanas, Con nuestra sangre sellamos Incondicionales nuestras almas. T ú , ni ñ a siempre, cristalina y sonriente, te apasiona la vida, y a la vida