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Mostrando entradas de noviembre, 2014

....................Pensarás si soy yo....................

Mueren las mariposas, Dentro de un corazón, Espinado en esperanza Y malherida pasión. Penas en madrugada Llanto, lágrimas y sudor, Un amor se te escapa, -Pensaré si soy yo- (Patricia López).

Carmín y Algodones Rojos

Con esta pintura por destapar, que tapa mis heridas de corazón abierto y cicatrices que ya no van por dentro. Bajo esta lluvia, boquiabierta, se ensucia mi rostro que oculta las arrugas, hendidas y encorvadas, Con un rímel que las talla, señalando a una, el  juicio de tus labios que me recuerda a mi espejo; Besado y manchado de carmín, recordando los besos bandidos que se quedaron en restos al caer la noche y volver. Volver, regresar, huir de la gente que se embriaga para encontrar el amor en una copa vacía de recuerdos  a la mañana siguiente. Y vuelvo para salir de un suicidio de voces, de humos que forman palabras y nubes de hielo y bailes al retortero que sacian la soledad. Y me miro, y el túnel de tus ojos se encierra en un algodón con tónico, (Y pensar que mis poros respiran de nuevo). Y saber, que volví a casa buscándome con un día que se va y una noche que me llamó para hacer de estos versos, mi propio maquillaje.  “Dedicado a todas

A la espera de un verso

¿Qué es la paciencia? ¿Sapiencia? Ilustres gotas de tinta que resbalan por nuestros dedos, cuando ya está todo en silencio, y la pluma se quedó a esperar su próximo tintero.

Alhajas y una Caja

Pino, joyas y un destino: -Quemaron su piel. Ella nunca se curará, Tiene tanta vanidad…- Le dijo a su hijo al nacer. Y murió por dentro, adentrándose en un lamento, Como se queja el viento, cuando me despierto. Requerimientos extremos, al compás del tiempo, Al medir unas horas, que con dinero no entiendo. ¿Tengo la culpa de verte ahora así? Tus miedos llenaron tus arcas, tus ropas ahora son lujos, Armani, Vuitton y qué decir de Chanel, llenas de riqueza, tu corazón, ¡Mírate! Con una insignia y con un perfume, Que ni siquiera te luce, pues tu olor es más dulce Que las cuentas del Sabadell, Y que pagas con la tarjeta, comidas con Santader, Un crucero reservaste, con esa tarjeta negra ¡No entiendo muy bien porqué! Y ahora, mis cuentas me cuentan Que en números rojos están, como estos labios que te dicen ¡Tía, vas de “sobrá”! Y  me cuentas y me dices con esas voces me induces  A una ostia bien dada, con