Sus lágrimas la delatan quebrada en su llanto se esconde en un pasado perdida en su verdad. De camino Libertad escupe su maldad retazos de amor propio va cantando sin razón. Y sangra su corazón sus alas rotas pidieron perdón en su recuerdo prohibido marcha al cementerio sin respuesta se rinde a un amor eterno. Con su rencor rendido fuerte es la frontera que sus ojos velan maldiciendo sus penas. Encerrada en su condena el eco de su sádica risa suena, y ensordece a cualquiera; vocifera a su marido por sus hermanos pelea, a su padre lo recuerda y a su madre la venera, y a los señores que estén vivos, si pudiera, palizas diera. "Dedicado a esos años 30 de palabras calladas que murieron hasta hoy"
Percibí enhebrarse las sílabas, los versos hilvanarse con una pieza de cebada, y un quinto piso por abrir. Me suicidé consumando los pasos al pasar por el llanto. Velé por ese velo pintado, violento y sumiso. Miré por los ribetes de sus ojos, Encrespados, encriptados y vidriosos. Me oculté escaleras arriba, Y por doquier, rodaron, Dejando ocultos los besos En las aceras de sus zapatos. Testigo del suspiro que los unió fui, Sólo una vez les vi subir; En un tropiezo, callaron sus labios, Rodaron por los peldaños Que el viento dejó ocultos, Y en aquella escalera, Con un beso en el aire, Se bebieron las nubes Los recuerdos y la noche, Con aquel beso en el aire. Derechos reservados de la autora: Patricia López Castillo.
Comentarios
Publicar un comentario