ETERNAMENTE VIVO
Hoy pude ver su rostro
En esta imagen llorando
Cabizbajo y alegre,
Bajo un techo solitario
Perdido pero bailando
Su recuerdo me quedó
Grabado y sin rumbo
En mi memoria me dejó
Su voz en este mundo
Él me despierta al alba;
Una señal que se quiebra
Que se pierde en su silencio
Llanto humilde, perfecto,
Y a mi vuelven sus paisajes,
Vuelan sus sombras
chinescas,
Mientras borro y me mancho
Sobre un garabato
Sobre la sombra de mi mano
Atropellando su silencio
Reclamando su dolor.
Y ahora soledad, me dejas
sola,
Con la garganta vacía e
inmortal
Con un argumento sediento
Con su compañía y su tormento.
"Dedicado a esos momentos de lágrimas contenidas frente a frente"
Derechos reservados a la autora; Patricia López Castillo.
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