Día 11: Amor sostenible

Mi querida amiga, ¿cómo estás?

Estos días atrás he estado muy agobiada y agotada. También, a pesar de no celebrar semana santa por el COVID19, he descansado y he tomado un tiempo de reflexión, aunque con el máster y la tesis no puedo parar. Pero no tenía más remedio que hacerlo. Me sentía mal y me he tomado unos días de respiro. 

He observado cómo vivimos el amor desde afuera y cómo lo exponemos hacia afuera. La semana santa hace que las personas saquen su amor hacia un sentimiento y unas imágenes que significan mucho para ellos; la fe, la piedad, la salvación, la bondad, la caridad... son tantos nombres y parece todo tan profundo que, en realidad, me abrumo. De igual forma me apasiona ver y notar esa intensidad, entre lágrimas porque van dos años sin festejar este tipo de evento, entre otros. De igual forma veo la devoción y me pregunto: ¿qué podríamos hacer con esa gran y bella energía si también pudiéramos usarla todo el año y para cambiar el mundo y llenarlo de ese AMOR, que siento cada año en cada una de las personas que lo viven así? ¡Qué bello es vivir!

Me sorprendo gratamente, y eso que no soy muy de adorar materia aparentemente inerte. Clara evidencia espiritual, como una armonía religiosa que se mete en la piel y hace que todo el mundo sienta fuerte y como dicen en nuestra Andalucía "mú jondo". Sin embargo, he de confesarte que en estos meses que llevamos de infierno y de presión pandémica, por una parte, veo más cerca las manos del dar y más sonrisas de las personas que reciben esa ayuda.

Ay, amiga... con esto también me viene la melancolía de los países que ni siquiera pueden pagar un plato de comida al día. Cómo podemos llevar amor a estos lugares en forma de desarrollo personal, emocional, afectiva, alimenticia, educativa... Estamos educados de una forma muy específica en occidente y, sin embargo, aún no podemos llegar a solventar con la FE y la ESPERANZA, los problemas mundiales. 

Me duele, mucho. Antes sufría pero la vida me ha enseñado a que el sufrimiento solo sirve para bloquearme. Y tú ¿qué has hecho estos días? ¿Sigues manteniendo tu fortaleza en tu corazón y tu mente? ¿Cómo podemos educar y ayudar a otros mundos totalmente diferentes a nosotros, con culturas, religiones, tradiciones, totalmente diferentes a ser felices y que no se desesperen, obviando el amor, y haciendo la guerra para conseguir más sostenimiento económico?

Estoy hecha un lío. 

Te escribo pronto. Te quiero, Patri ♥♥♥♥♥

 

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