JIRONES DE TU PIEL
Esas ilustres pupilas
Se encierran en la
oscuridad.
Decadentes y apagados
Sus párpados en
soledad
Se encierran en una
cárcel
Falto de rimas sin
piedad.
De sonetos inmortales
De palabras que el
viento
No se lleva sin
modales.
De cartas abandonadas
Escritas con un
tintero
Que de sangre se
llenó.
Y esa pluma gastada,
Aún por dentro mojada
Describe en tu sonrisa
La que fue ayer
sumisa.
Cruel ser, bella
poetisa;
Que le hizo
desaparecer
En un mundo donde hay
prisas,
Sin aliento, sin
premisas.
¡Qué infortunio! ¡Me
has de ver!
¿Qué verdad puedo ya
creer?
Y escribió hasta
enloquecer
Al verse mirada en su
tez.
Hoy esas manos
desgarran,
Contienen sus tiras de
piel;
Lentamente y en
silencio
Sin que nadie le pueda
ver.
Patricia López
Castillo. 21-07-14
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