AL FILO DEL ABISMO.
Todo llega... ¿Y,
cuándo preguntas tú?
Ensimismado en tus
quehaceres,
ni siquiera das
tregua a tu rostro,
a tu piel enloquecida
por el desastre
inhumano que te
sofoca.
Quizás mañana, no
tengas músculo
suficiente para
afrontar tu desidia.
Tu tormento se retuerce
entre la sofocante
luz de la luna,
que para ti, ayer fue
tu alivio.
Ni siquiera miras a
un lado,
y ni siquiera al
otro.
No rompes las cadenas
que te atan,
que fustigan tus pies
a base de lágrimas
callejeras.
Y un gato maúlla y se
lamenta contigo.
Y otro te ronronea,
aún tienes corazón.
Qué más da si el
dolor nos da la libertad,
te da el suspiro para
levantarte,
cada mañana y admirar
a otros,
a ese llamado tú, que
en tu espejo,
hoy vislumbra inocuo
tu llamada.
Eres tú, sólo y
despiadado dentro de ti,
como una muñeca de
porcelana,
vestida con adornos
lustrosos
y de los que hablar.
¡Qué feliz! ¡Qué
asombro!
Vestido de traje,
elegante,
pero ¡que informal
adentro!
Con tu época de Oro,
Eres tú, eres otro.
Patricia López
Castillo. 14.07.14
Comentarios
Publicar un comentario