PREGUNTA. TÚ MISMO.
Se
alimentan de su aliento.
Seducidos
por el ser humano
olisquean
su distinguido olor
que los
empuja a la caza.
El hombre
es llevado a la locura.
El miedo,
es la esencia perdida.
El miedo,
es la ausencia que sujeta
la
austeridad en la tierra.
Se
espantan por un bocado
apetitoso
que les urge tomar.
En su
supervivencia, cotejan la misma nobleza.
Pero el
hambre, no tiene dueño.
Y en un
duelo, enseñan los dientes
presos y
devastados por su gran enemigo.
Camaradas,
se privan de su mano para levantarse.
Se afanan
y discuten por su presa.
¿Castigarla?
¿Demolerla? o abstenerse...
...¿Y si
quizás la manada, ya está preparada
y
escondida bajo el manto de sus llantos?
Para
atacar sin mirar atrás.
Para
nutrirse de la miseria
o morir
juntos en la lucha.
Y si
desnudos y con agallas,
consiguen
su alimento,
la guerra
no fue en vano
y los
presos serán espartanos.
Me encantan tus últimos versos. No sé quié tiene que ver el poema con el título pero me gusta mucho, jajaja
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